martes, noviembre 17, 2009

De Josefina A Jorge

Noc noc, ¿está usted ahí?
Oiga ¿me escucha? Estoy preocupada y usted que no aparece. Escucho ruido como si se encontrara adentro pero no quisiera atravesar el umbral que nos separa.
Oigame Señor, vine a decirle algo. Vine hasta acá a decirle que accidentalmente lo quiero. No quise que sucediera tan rápido, pero cuando cuando despierto usted está ahí.
Señor no entiendo. Usted me provee más de lo que jamás recibí en mi vida. Quizá por eso sus pequeños gestos para mi son enormes.
Los hechos no me dejan mentirle Señor. Cada vez que lo veo mis enaguas caen rendidas al suelo. Sé que suena grosero pero hay días que considero la posibilidad de dejar la normalidad de mi vida y dedicarle cada uno de mis segundos restantes, ¿es acaso una locura? ¿es entonces que he perdido la noción de la consciencia?
Es que usted me ha eclipsado, usted me ha enamorado o por lo menos me ha hechizado. ¿Y qué pretende? Hoy no tengo respuestas sensatas, hoy sólo tengo un profundo deseo hacia usted.
¿Qué hace Señor? ¿Está ocupado? ¿Perturbo su paz?
¿No correspondo? ¿No le correspondo?
Béseme como no lo hizo con nadie. Hágalo y abuse de mi voluntad.
No hay respuesta, ¿O la hay? Hay muchos interrogantes.
Contésteme sólo como usted sabe. Toque a mi puerta.

De la Sra. Josefina al Sr. Jorge

No hay comentarios.: