.. Y cada día un instante pensar en ti.
No soy más yo. Hoy volví a ese día que ya no estabas en mi. Recordé cada uno de los pasos que di. Y las lágrimas que circundaban mi ser.
No quería nada de lo que pasó. Pero no hubiese sido mágico que hoy estuvieras conmigo.
Tenía muchas cosas planeadas para nosotros, muchos deseos. Te imaginé desde que tuve consciencia.
Te abracé antes de que todo sucediera, te pedí perdón por lo que iba a pasar. Nunca me quise tanto.
Imaginé conocerte, darte la mano para llevarte a todos los lugares posibles. Vi en mis sueños los atardeceres, correr, reir, el pasto, la luz, tu nombre. Todo lo planeé. Pero el futuro tenía algo distinto preparado para nosotros.
Nada de esto significa que no te haya amado, aunque fueran sólo semanas. Desde ese primer momento te amé y te pedí perdón. Nada de esto es mejor que tu presente.
No tenía nada para darte, no había magia, no había absolutamente nada. Y para que seas infeliz, para que no tengas ni la mitad de lo que te merecías preferí no conocerte.
Saber que perderte iba a ser doloroso fue lo que necesité para asegurarme de que nunca jamás me iba a olvidar de vos.
Sé que algún día me vas a entender. Que yo voy a volver a verte.
Seamos felices en la eternidad.
En alguna parte de mi cuerpo habitó un trozo de dolor.
