viernes, agosto 07, 2009

Salando Las Heridas

Cual salida esperanzadora estuve procesando cosas en mi mente. Claro, si estás depre cosas positivas no son las que brotan pero en fin, pensé.
Una vez un gran gran amigo me dijo que Radiohead era nuestro propio Jesucristo. Porque sólo ellos podían expresar nuestro dolor interno y como que, de alguna manera muy rara, sufrían por nosotros.
Hoy me encuentro en una instancia muy particular de mi vida. Y francamente me caracterizé siempre por ser extremadamente sensible y exagerada. Esta no es la excepción, me siento la protagonista de algún episodio de Dr House cuando el paciente está en las últimas, chorreando sangre hasta por donde no debería chorrear nada. Siento que me revientan las sienes y que el cuerpo cada vez se mueve menos.
Me ahogo de noche cuando duermo, me despierto sobresaltada pensando en donde está ese Jesucristo que sufre por mi, dónde carajo está. Pero claro, el aire no responde muy seguido, la noche se asemeja a una bola de estambre en el medio del desierto.
Esperanza. ¿Qué era eso como cuando te sentías enamorado o algo así? Lo más triste es que últimamente las palabras escapan de mi, Y lo más cercano a explicar lo que me pasa con un síntoma es: Algo me está pisando el pecho.
Soy el ser más corriente que conozco. Porque encima me esfuerzo por ser especial.
La felicidad. ¿Qué?
No existe, sólo existe momentos cercanos a la felicidad, pero nunca somos felices por completo. Algo así dijo Sofía, el personaje de Cecilia Roth en Tratame Bien.
Y me di cuenta que estuve dos años con José. Estuve y me enamoré por dos años de mi propio José.
¿Por qué tengo la habilidad de poder perdonar y olvidar tan rápidamente? No lo sé. Pero lo hago.
Descubrí algo muy interesante de mi. Trato de agradarle a todo el mundo, odio los rechazos y evito los problemas. Soy una boluda. Una estúpida sin amor propio. Y si supieras como me enojo conmigo misma cuando me doy cuenta que cometo errores. Que orgullosa que soy. Que pelotuda.
Está decepcionado de mi. ¿Y a mi que me queda?
- Vos le diste todo lo que podías y lo que no tambíen.- Las frases del tipo "Stamateas" no me sirven.
Y hoy tengo recuerdos: Av Rivadavia, el beso, tu casa, la cocina de tu abuela, los llantos, las pérdidas, las presencias, las ausencias, la terraza, Mar del Tuyú, Córdoba, Sufjan, Radiohead, Lynch, Hichcook, Cortázar, la compu, los juegos, las tardes, los celos, pero por sobretodo lo que se piense y se diga, te amé como nunca amé a nadie.