domingo, noviembre 28, 2010

Tricky Bussiness

Engaño, vos que hacés del deseo algo real. Que te jactás de producir mal y emanás momentos de absoluto bienestar.
Que con tus mentiras notás que todos siguen la filosofía de Kant, todos te creen, él cree, ella cree, pero nosotros mentimos.
Mentiras que todos lo cubren, casi todo.
Engaño que nos engaña a nosotros mismos. Que nos cubrimos en un manto de mil mentiras conscientes, y terminamos buscando la más pura verdad. Anhelando que estos nuevos sentimientos también sean un engaño.
Hacemos y deshacemos buscando placer, y encontramos esto que no sabemos que es, nos gusta, nos prende, hasa excita, pero no. Sólo al terreno de lo conocido.
Porque la verdad es una puerta y el engaño es una ventana. La puerta te deja pasar, te ceba unos mates y hasta te discute. La ventana te muestra el lado parcial, el lindo, el caliente, el copado.
Pero casi todos, por más Kantianos que seamos, nos gusta mirar por la ventana en algún momento de nuestras estúpidas vidas nos corremos de la buena senda, abrimos la ventana y vemos "Cómo Sería Si..."
Maldito engaño, maldito mal, maldito vos y tu historia, tu voz, tu vida, tu cuerpo, tu líbido que me hace vivir sensaciones nuevas, placenteras, distantes, con olor a jazmín y sangre.
Sentimiento paradójico que tanto te gusta y tanto mal te hace.

No hay comentarios.: