El Me Dice... Yo Le Digo

Él dice que: Soy una mina con la que puede hablar horas y horas, le parezco encantadora, tengo un espiritu tan libre y tan salvaje que es lo que él busca siempre. También dice que cuando me conoció pensó: "Puta! por que no estabas vos hace tiempo?" Dice que realmente le genero esa cosa de conocernos apenas haber cruzado algunas conversaciones. Le dije que ambos somos "Emocionalmente Inestables" y me dijo que dije algo muy suyo sin conocerlo, y eso lo pone loco. También apareció la frase "ilusionarme ni ilusionarte". Creyó que le hace bien verme, estar charlando, morir por las cosas locas que pasan por su cabeza. Dijo: "Esa cursileria que nos hace revolucionarios; un abrazo truyo, de una perfecta desconocida que me sabia a algo tan mio". Para él también es raro, pero siente que no tiene que ir mas allá, él puede controlarlo. Eso me quiere decir, intentar explicar lo que le pasa, pero decirme "Paremos nena, nos vamos a hacer mal". Él se vuelve muy loco con estas cosas, realmente no sabe como medirlas y justamente sólo poniendo un freno directo le sirve, sino se va. Dice que conmigo cualquier hombre flashea cualquier cosa, que soy pura adrenalina, me dice que me haga cargo de mi fuerza, que tengo un gran poder sensorial, pero que todavía se puede resistir; que me siente tan dentro suyo, que no puede dejar que suceda.
Yo le digo: A mi me pasa lo mismo. Hay cosas que no controlo en mi, mi energía, esa de la que él habla y yo desconozco. O quizás yo la llamo impulso. Y yo también tengo miedo, porque al fin y al cabo todo es miedo. De que sea demasiado doloroso, o demasiado bueno. No lo puedo mirar mucho tiempo porque me conozco y desconozco de los límites, y justo en este momento en particular no quiero ni que el tenga noción de esos límites. Me siento derrotada por no tenerlo entre mis brazos, por no compartir chocolates en la cama. Y yo también me vuelvo muy loca. Y yo sí percibo que puede ser muy bueno. Y yo le digo que odiarme es tan ambiguo como amarme. A veces los sueños no bastan, no me alcanzan besos con sabor a almohada simplemente porque no existen. Y por suerte no me das lugar para sufrir, no me haces mal. Sos como el Nesquik; dulce, adictivo y exquisito. Soy tu Medusa, no me podés mirar. Vos siempre vas a ser mi Sweet Lord....
Counting Crows- Mr. Jones
Radiohead- Paranoid Android