Moderada Declaración De Amor

Llegué. Estabas ahi. Vos no me veías pero yo si. Escuché lo que debí escuchar. Creo que todavía no es suficiente. No lo notaste, es que estás tan en tu nube que no me viste, no nos viste. Somos muchas, supongo. Y todas creemos merecer un beso de tu dulce boca. Yo creo merecer un beso de tu dulce boca. ¿No tenes ganas de quererme un ratito? ¿Unos 45 minutos no te va?
Llegaste. Aquella vez yo te parecí un bocadito, una novedad. Dejé de serlo cuando me dejé roer. Desgustaste cada pedacito de mi joven cuerpo. Te empalagué. Dormiste. No quisiste más de este plato. Comiste de otros, lo sé. Sos de los que nunca se conforman y siempre queres más. ¿Y si ahora yo no quiero más? Quiero recuperar una inocencia que tengo perdida en los pliegues de tu cuerpo. Cada una de sus partes. No las mereces. Ni me mereces.
Juguemos un juego. Juguemos a decir la verdad y a no alivianarla con poesía barata; a no amortiguar los golpes, porque esta vez quiero sangrar tanto hasta entenderlo. No sos el "Azul", no se si existe el azul, y quizás sangrando entienda que no me queres cuidar y que fue todo una gran mentira, una novela que inventé, me involucré y no salí victoriosa.
Recapacito, en mi dolor, y muy dentro lo sabés. Sabés que quiero seguir perdiendo tanto como el cuerpo me lo permita. Quiero sangrar hasta embadurnar tu cuerpo pero fundamentalmente tus pies, esos que pisaron las mismas calles que yo pisé, y que juntos se mezclaron una vez.